Bodas gay

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Lo que para muchas parejas era un sueño y una aspiración legímita en sus vidas, se volvió realidad el día de ayer. Un simple enredo de semántica (y la presión de la iglesia): la ley decía que el matrimonio era la union de 2 personas: un hombre y una mujer. Ahora sólo dice que es la unión de 2 personas. Punto. Hagan las combinaciones que quieran, todas son validas, siempre y cuando sean 2 los que se casan.

El DF se está convirtiendo en una sociedad vanguardista; la despenalización del aborto, los matrimonios gay y la ley del bien morir (eutanasia) nos muestran como
una sociedad madura y que está empezando a tolerar y respetar a sus semejantes. Si se está a favor o encontra de estas bodas, es lo de menos; el problema estriba en que los que están en contra lo hacen porque (la mayoría de las veces) sostienen objeciones de carácter religioso.

Con lo que no estoy de acuerdo es la forma en que se hacen notar y se auto-etiquetan, usan banderas multicolor para identificarse, tienen sus propios lugares de entretenimiento (quién no ha oído hablar de un bar gay), tienen sus propios deportes (la selección de futbol gay, vestidos de rosa además). No pueden exigirnos que no sean señalados si ellos mismos se marcan y quieren hacerse notar diferentes. Por lo demás, felicidaes. Ahora los declaro marid@ y marid@.