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viernes, 24 de septiembre de 2010

Los grandes secretos de la mafia (magia), por fin revelados

La línea editorial de este valiente espacio fue clara: escriban algo acerca de la pachanga de la selección de fucho y de la sanción que les impusieron. En esas andaba este escribidor cuando se enteró de un gran truco, mejor que el que protagonizó el Gran Felipe en 2006, y mejor aún que los trucos de Hugh Jackman (Wolverine) y Christian Bale (Batman) en The Prestige.



Se trata del dipunarco Julio César Godoy Toscano, medio-hermano del gober de Michoacan, Leonel Godoy. Este célebre personaje saltó a la fama gracias a su vinculación con cárteles de la droga y por ser uno de los perseguidos en el michoacanazo. Se le acusó de nexos con el narco y se le giró orden de aprehensión, misma que evadió escapando de Michoacan para refugiarse quién sabe dónde (¿el medio hermano poderoso habrá tenido algo que ver?). La cuestión es que este ciudadano era candidato a diputado federal por el PRD en aquel estado. Y con todo y la mala fama adquirida, ganó holgadamente. Ahora el problema era evitar que tomara protesta al cargo -porque, han de saber ustedes, queridos educandos- que cuando te conviertes en legislador adquieres de forma instantánea un manto que te permite hacer y decir cualquier clase de idiotez, incluso cualquier clase de delito. Ese manto tiene el nombre elegante de "fuero". Figura creada en el México post-revolucionario para evitar que legisladores de oposición fueran encarcelados por falsos cargos, pero que ahora se usa para lo que sea.

Total, que el chiste era evitar que el sr. Godoy tomara protesta para que no lo cubriera el manto sagrado del fuero... y no se logró. Muy campante tomo protesta ayer y por eso ya puede andar impunemente por cualquier parte sin ser detenido, gracias al fuero. Este magazo (saludos a Beto el Boticario) sólo requirió de afeitarse el bigote, bañarse y ponerse perfumito (¡¡dicho por él mismo!!) para despistar y entrar por la puerta principal sin ser detectado por la mismísima PF, misma policía que capturó (ahora lo dudo) a la Barbie con un operativo preciso, quirúrgico.

De esto podemos sacar unas buenas conclusiones:
1. La ¿H? Cámara de diputados tiene graves problemas en cuanto a la seguridad de sus ocupantes (sé que no nos importa mucho eso, pero ahí está). El 1o. de dic. de 2006 entró sin ser visto Felipe Calderón para tomar protesta como Presidente. Ayer entró un ciudadano prófugo de la justicia que tomó protesta como diputado y obtuvo el asqueroso fuero del que gozan (nunca mejor usada la palabra "gozan").
2. El cinismo con el que se maneja la clase política en general. No estoy muy enterado de las formas en la Cámara, pero para que Godoy protestara el cargo, alguien debió leerle el clásico "acepta el cargo de diputado, bla bla, y si no lo hiciere, que la Nación se lo demande". Ese alguien debe ser un ente corrupto y cínico al que no le importó que el hombre fuera perseguido por la justicia.
3. Repartiendo el botín: Apelando al sospechosismo, puedo sugerir que la toma de protesta de Godoy fue una gratificación por las alianzas ganadoras. "Tú júntate conmigo y luego arreglamos lo de tu diputado"
4. Tiene más peso la versión de que a la Barbie la agarrarón de chiripa: ¿cómo es posible que puedan atrapar a un capo de capos, planear su arresto, evitar las balas y que todo saliera a pedir de boca? ¿por qué carambas no le asignaron la tarea de buscar a Godoy a los mismos que ejecutaron el Operativo Juguete?. Yo nunca había visto algo así: sabían dónde estaría el prófugo, sabían por dónde entraría, pero se les "escapó".
5. No sé que le conviene más a la PF, decir que actuaron de buena fé y se les peló Godoy por incompetentes, o que lo dejaron ir porque son corruptísimos y no están para proteger a la ciudadanía, sino los intereses de los políticos.
6. Esta no es una conclusión, más bien una confirmación: toda la clase política, TODA, es una mierda. Seguramente existirán por ahí 2 o 3 políticos que de verdad aman a su país. Lamento generalizar, pero es la realidad
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lunes, 20 de septiembre de 2010

Bicentenario. ¿tenemos algo que celebrar?

Es la pregunta que circula por todos los foros y medios nacionales a últimas fechas. ¿Tenemos motivos para festejar 200 años de independencia?.

Siendo estrictos y quisquillosos, no. Porque para empezar, los 200 años se cumplirán (si el calentamiento global no lo impide) en el 2021. Gracias a doña Elba y sus secuaces, los niños y no tan niños festejan (festejamos, kimosabi) en el inter del 15 y 16 de septiembre la independencia nacional. Es lo que nos enseñan en la escuela. Gravísimo error. La verdad es que para su servilleta es algo imperdonable, de risa. Que una nación festeje algo que no ocurrió en la fecha que se piensa. El movimiento independentista se inició entre el 15 y 16 de septiembre de 1810. Hace 200 años. Pero la independencia como tal (y la que realmente deberíamos celebrar), se consumó el 27 de septiembre de 1821. Al menos eso de "septiembre, mes patrio" sí aplica. 

Por cierto, que la pachanga comience el 15 de septiembre se lo debemos a Don Porfirio Díaz. Le pareció simpático recorrer la fecha de la fiesta independentista ya que su cumpleaños era el 15 de septiembre. Esto es, lo que festejamos en realidad es el natalicio de dictador. Curioso: el 20 de noviembre celebramos el inicio de la revolución, misma que se desencadenó gracias a la dictadura de Porfirio, nacido un 15 de septiembre. Luego entonces, pasemos mejor la revolución los 15's y la independencia los 16's, así ¡armaríamos tremenda pachanga! .


El clima de inseguridad, la economía y mil y un factores más han hecho que algunos "intelectuales" propongan que no tenemos nada que celebrar porque estamos de rodillas ante el crimen organizado, no hay trabajo, no alcanza la lana... En lo personal, creo que lo único que podemos festejar es que tenemos una identidad, que somos ricos en recursos naturales, nuestras tradiciones, nuestro folklore.


El propósito de este post va más allá de garrapatear y entretener... o hacer perder el tiempo. Lo que se pretende es señalar una de las causas por las que México está tan mal, falto de valores, de una educación de calidad, de políticos con altura de miras. Yo he visto a ciudadanos estadounidenses que cuando escuchan su himno, sin importar el lugar ni el momento, se ponen de pie, llevan su mano al corazón y escuchan y/o entonan su letra. Si se topan con su bandera, se llenan de alegría. Nosotros no. Los niños cantan el Himno cada lunes en sus escuelas durante 12 años, pero no es suficiente eso para inculcar un real amor por tu Patria. Los adultos cantamos el himno exclusivamente en el estadio Azteca cada que juega la decepción y algunos más entusiastas (y alcoholizados) lo hacen cada que se da el grito. Desde luego, no quiero que cada lunes entonemos el Himno en nuestras oficinas o lugares de trabajo. No.Sólo me gustaría que tuvieramos un poco más de amor por nuestro país.
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lunes, 6 de septiembre de 2010

El día del presidente

Hace algunos ayeres, en los tiempos del más rancio priísmo, se llevaba a cabo un rito pagano de celebración y culto al gran Tótem en turno. El Huey Tlatoani (nunca quedó mejor eso de "Huey") se paseaba por las calles de la Gran Tenochtitlan, donde le lanzaban confeti, vivas. Era aclamado, adorado, reverenciado. Parecía auténtica reina de belleza (saludos a Jimena Navarrete... macita). Eran los tiempos del besamanos en el Congreso, de ser aplaudido y aclamado sin oposición que molestara. Todo cambió en 2006.

2006 no sólo fue el año de las elecciones más discutidas de la historia (más discutidas incluso que las de 1988). También fue el año en que el precidencialismo recibió un fuerte golpe a su ego y comenzó su debilitamiento paulatino. Después de las elecciones de 2006 en julio, PRD y compadres impidieron que el entonces bonachón Presidente Fox entregara su informe, so pretexto de un fraude electoral que le daba el triunfo a Felipe Calderón. Desde entonces a la fecha, el Presidente entrega su informe por escrito, sin aventarse su monólogo de horas en el Congreso. Hace un par de años se intentó someter al Preciso a una ronda de preguntas y respuestas, cosa que Calderón tomó de buena gana. Probablemente por eso no se llevó a cabo. Los legisladores pensaban que le sacaría al parche y de ahí se agarrarían para tirarle todavía más duro. Pero les salió el tiro por la culata y salieron con el pretexto de que no había tiempo para cambiar la ley (háganme el favrón cabor).


En fin, que los priístas ya se sienten de regreso en Los Pinos y se les ocurrió que podían cambiar nuevamente el formato del informe. Que siempre sí quieren que el Presidente se apersone en la Cámara. Esto, claro, pensando en Peña Nieto. Al final del día, esta ceremonia del informe de gobierno es a mi juicio un disparate, los mexicanos no queremos cifras, no queremos incautaciones ni aprehensiones record. Lo que queremos, es poder andar en la calle tranquilos, sin temor a ser asaltados, secuestrados... Queremos que la quincena alcance y no andar tronándonos los dedos por falta de lana. Queremos sentir que las cosas van bien, no que no las cuenten.
 
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