Estrenamos imagen, algo más cercano a los gustos personales de nuestro Jefe. Siempre tuvimos la sensación de que Pakinsky tenía unos fines oscuros. También sabíamos que le gusta el beso neg... ¡Chin, ya lo balconeamos! Ni modo, eso le pasa por negrearnos (ya ven como le gusta el oscurantismo) y pagarnos una bicoca por nuestros servicios. Bueno, esperamos que les guste la nueva imagen, si tienen problemas para leernos por los colores, háganolos saber para remediar ese problemilla.
Ahora sí, a los que nos trujo Chencha. Como les habíamos comentado, el Jefe nos paga una miseria, por lo tanto ya no chambeamos con entusiasmo y nos dedicaremos al copiar/pegar. Merecido se lo tiene el muy maldito. Les dejamos la columna del bien ¿amado? Ricardo La Volpe, ídolo del Jefe, un enamorado de su forma de juego, que aunque no es levanta-trofeos, sí arranca suspiros y aplausos. El buen Bigotón hace un análisis del partido de ayer y sobre todo del pobre desempeño de México. Lo más sorprendente es que dice que para el partido contra Argentina, le va a México (para quienes se sorprendieron o no saben, La Volpe es argentino). Aquí pues, la columna:
Ahora sí, a los que nos trujo Chencha. Como les habíamos comentado, el Jefe nos paga una miseria, por lo tanto ya no chambeamos con entusiasmo y nos dedicaremos al copiar/pegar. Merecido se lo tiene el muy maldito. Les dejamos la columna del bien ¿amado? Ricardo La Volpe, ídolo del Jefe, un enamorado de su forma de juego, que aunque no es levanta-trofeos, sí arranca suspiros y aplausos. El buen Bigotón hace un análisis del partido de ayer y sobre todo del pobre desempeño de México. Lo más sorprendente es que dice que para el partido contra Argentina, le va a México (para quienes se sorprendieron o no saben, La Volpe es argentino). Aquí pues, la columna:
Cambiar provocó la derrota
Ricardo Antonio La Volpe
23 Jun. 10
SUDÁFRICA 2010. OPINIÓN EXPERTA. El equipo mexicano no fue ni en el parado, ni en el sistema, ni en la forma de jugar, lo que había sido en los anteriores partidos. Si México toma el control y tiene la salida como acostumbra hacerlo, no debe temer a jugar de igual a igual con los argentinos
El primer objetivo de México, que era avanzar a los Octavos de Final en esta Copa del Mundo, se cumplió ayer. Lamentablemente, quiso jugar con otra idea futbolística y el resultado fue una derrota ante Uruguay.
Se ve muy fácil hablar "después de". Las cosas hay que verlas antes, pero el equipo mexicano no fue ni en el parado, ni en el sistema, ni en la forma de jugar, lo que había sido en los anteriores partidos.
CON BLANCO SE COMPLICA
México se había mostrado muy bien en la zona defensiva, con línea de cuatro y con los tres volantes, como se arrancó ayer, pero con el ingreso de Cuauhtémoc Blanco ya no pudo abrir la cancha.
Al iniciar con Blanco, quien es un jugador más sueltito, que juega más como enganche, y con Giovani, quien también hace una función de enganche, tirándose hacia enmedio, se hizo un embudo y se facilitó el trabajo a Uruguay.
México había mostrado buena dinámica en sus otros juegos y aunque todos sabemos de la calidad de Cuauhtémoc, es un jugador que entra en otro sistema, más lanzador, más pausado, y eso se notó ayer.
Me imagino que Javier Aguirre quería darle continuidad a Blanco, pero al alinearlo pasó a otro sistema, ya que lo convirtió en otro 9, atrás de Guille Franco.
A veces se habla de una formación 4-3-1-2, pero México llegó a jugar ayer con un 4-3-2-1, porque Giovani no es un "extremo, extremo".
Salvo dos o tres llegadas claras, una de un defensivo ("Maza" Rodríguez), una de Cuauhtémoc que le puso un balón al Guille, el Tricolor no generó arribos con la claridad de otras ocasiones.
Habría que preguntarle a Aguirre qué fue lo que buscó con la entrada de Cuauhtémoc, porque a un jugador lanzador se le usa cuando el rival te regala espacio.
En el partido contra Francia, que también había que ganarlo, en la salida de Carlos Vela por lesión, la idea de Aguirre se mantuvo clara porque entró Pablo Barrera y mantuvo a dos atacando por fuera.
Pero sabemos que Cuauhtémoc no entra en ese sistema. Sería mandar un mensaje falso a la gente. Es una mentira decir que México jugó igual ayer que en los primeros dos encuentros.
Ese parado de ayer no dio resultados, porque no se marcó gol, ni se produjeron llegadas como contra Sudáfrica y Francia.
En los esporádicos ataques mexicanos, Andrés Guardado inquietó a la defensa rival con dos o tres llegadas a línea de fondo, además de crear una jugada de gol con su tiro de media distancia.
Uruguay es un equipo difícil. Tiene jugadores muy vivos, pícaros, y es solvente en su zona defensiva, eso lo ha demostrado toda la vida.
Y a un equipo defensivo, como el uruguayo, la única forma de derrotarlo era abriendo la cancha, no caminando hacia adentro como lo hizo México.
En el segundo tiempo, el equipo Tricolor cayó en la desesperación. No tenía los jugadores para desequilibrar por afuera y tampoco la finura que había proyectado en anteriores juegos.
Al inicio del partido, México quiso salir jugando con pelota dominada, pero cuando lo apretó Uruguay, empezaron los titubeos. Incluso el propio Aguirre, en una escena que se vio por TV, le pidió al "Conejo" que tirara la pelota para arriba.
Hay que pensar que a veces el rival juega y ayer apretó, más en el primer tiempo. Y Uruguay hizo lo lógico en la segunda parte: esperó para luego contragolpear.
Guille sigue teniendo oportunidades de gol, ayer fueron tres. Dos se les escaparon y en la otra agarró el balón con el pecho y se le alargó un poquito, pero está en la jugada.
Algunas veces ocurre que pese a tener menos experiencia, un jugador como "Chícharo" puede estar más certero en la definición, así es el futbol.
En la portería, uno no puede decir nada del "Conejo" Pérez. Ayer sacó un cabezazo hacia abajo muy difícil y cuando fue requerido estuvo atento para evitar más goles.
La línea defensiva tampoco fue atacada. El gol cayó en una jugada rápida, en un cambio de frente de derecha a izquierda, los laterales no cerraron como debían hacerlo y Suárez cabeceó solo.
NO DEBEN TEMER A ARGENTINA
A partir de hoy, México debe olvidarse del partido de ayer, me imagino que Aguirre y su cuerpo técnico se lo dirán a los jugadores y seguramente el equipo volverá a hacer lo que venía realizando en los partidos amistosos, así como en los duelos ante Sudáfrica y Francia.
México regresará a la formación de 4-3-3, pues no creo que repita la alineación, ni la forma de jugar de ayer.
Argentina tiene jugadores más dotados en lo individual que Uruguay, pero su parado en la cancha va a ser muy parecido.
Si México toma el control y tiene la salida como acostumbra hacerlo, no debe temer a jugar de igual a igual con los argentinos, sin dejar de reconocer que enfrentarán a una figura que pasa por un gran momento: Lionel Messi.
A Messi hay que marcarlo en forma escalonada, tratar de presionarlo desde el momento en que vaya a recibir el balón y en el momento que gire tiene que haber un escalonamiento porque es posible que al primer marcador se lo quite de encima.
El próximo domingo el equipo mexicano le tiene que quitar la pelota a Argentina, retomar su idea futbolística y atreverse a salir, porque si le regala la pelota no va a tener oportunidad de ganar.
No es lo mismo terminar primero que segundo de grupo, no hay ninguna duda, pero si uno quiere hacer historia en un Mundial y quedar entre los cuatro mejores, éstos son los partidos que hay que ganar.
Como lo dije en el Mundial del 2006: a México le debo todo. Respeto a mi país, porque soy argentino, pero desde hace tiempo quiero que la Selección Mexicana demuestre futbolísticamente lo que es y refleje que hay un crecimiento en este futbol.
Por supuesto, estoy con México.
Ricardo La Volpe fue Director Técnico de la Selección de México en el Mundial de Alemania 2006.
EN VOZ DE...
"México se había mostrado muy bien en la zona defensiva, con línea de cuatro y con los tres volantes, como se arrancó ayer, pero con el ingreso de Cuauhtémoc Blanco ya no pudo abrir la cancha".
Ricardo Antonio La Volpe
23 Jun. 10
SUDÁFRICA 2010. OPINIÓN EXPERTA. El equipo mexicano no fue ni en el parado, ni en el sistema, ni en la forma de jugar, lo que había sido en los anteriores partidos. Si México toma el control y tiene la salida como acostumbra hacerlo, no debe temer a jugar de igual a igual con los argentinos
El primer objetivo de México, que era avanzar a los Octavos de Final en esta Copa del Mundo, se cumplió ayer. Lamentablemente, quiso jugar con otra idea futbolística y el resultado fue una derrota ante Uruguay.
Se ve muy fácil hablar "después de". Las cosas hay que verlas antes, pero el equipo mexicano no fue ni en el parado, ni en el sistema, ni en la forma de jugar, lo que había sido en los anteriores partidos.
CON BLANCO SE COMPLICA
México se había mostrado muy bien en la zona defensiva, con línea de cuatro y con los tres volantes, como se arrancó ayer, pero con el ingreso de Cuauhtémoc Blanco ya no pudo abrir la cancha.
Al iniciar con Blanco, quien es un jugador más sueltito, que juega más como enganche, y con Giovani, quien también hace una función de enganche, tirándose hacia enmedio, se hizo un embudo y se facilitó el trabajo a Uruguay.
México había mostrado buena dinámica en sus otros juegos y aunque todos sabemos de la calidad de Cuauhtémoc, es un jugador que entra en otro sistema, más lanzador, más pausado, y eso se notó ayer.
Me imagino que Javier Aguirre quería darle continuidad a Blanco, pero al alinearlo pasó a otro sistema, ya que lo convirtió en otro 9, atrás de Guille Franco.
A veces se habla de una formación 4-3-1-2, pero México llegó a jugar ayer con un 4-3-2-1, porque Giovani no es un "extremo, extremo".
Salvo dos o tres llegadas claras, una de un defensivo ("Maza" Rodríguez), una de Cuauhtémoc que le puso un balón al Guille, el Tricolor no generó arribos con la claridad de otras ocasiones.
Habría que preguntarle a Aguirre qué fue lo que buscó con la entrada de Cuauhtémoc, porque a un jugador lanzador se le usa cuando el rival te regala espacio.
En el partido contra Francia, que también había que ganarlo, en la salida de Carlos Vela por lesión, la idea de Aguirre se mantuvo clara porque entró Pablo Barrera y mantuvo a dos atacando por fuera.
Pero sabemos que Cuauhtémoc no entra en ese sistema. Sería mandar un mensaje falso a la gente. Es una mentira decir que México jugó igual ayer que en los primeros dos encuentros.
Ese parado de ayer no dio resultados, porque no se marcó gol, ni se produjeron llegadas como contra Sudáfrica y Francia.
En los esporádicos ataques mexicanos, Andrés Guardado inquietó a la defensa rival con dos o tres llegadas a línea de fondo, además de crear una jugada de gol con su tiro de media distancia.
Uruguay es un equipo difícil. Tiene jugadores muy vivos, pícaros, y es solvente en su zona defensiva, eso lo ha demostrado toda la vida.
Y a un equipo defensivo, como el uruguayo, la única forma de derrotarlo era abriendo la cancha, no caminando hacia adentro como lo hizo México.
En el segundo tiempo, el equipo Tricolor cayó en la desesperación. No tenía los jugadores para desequilibrar por afuera y tampoco la finura que había proyectado en anteriores juegos.
Al inicio del partido, México quiso salir jugando con pelota dominada, pero cuando lo apretó Uruguay, empezaron los titubeos. Incluso el propio Aguirre, en una escena que se vio por TV, le pidió al "Conejo" que tirara la pelota para arriba.
Hay que pensar que a veces el rival juega y ayer apretó, más en el primer tiempo. Y Uruguay hizo lo lógico en la segunda parte: esperó para luego contragolpear.
Guille sigue teniendo oportunidades de gol, ayer fueron tres. Dos se les escaparon y en la otra agarró el balón con el pecho y se le alargó un poquito, pero está en la jugada.
Algunas veces ocurre que pese a tener menos experiencia, un jugador como "Chícharo" puede estar más certero en la definición, así es el futbol.
En la portería, uno no puede decir nada del "Conejo" Pérez. Ayer sacó un cabezazo hacia abajo muy difícil y cuando fue requerido estuvo atento para evitar más goles.
La línea defensiva tampoco fue atacada. El gol cayó en una jugada rápida, en un cambio de frente de derecha a izquierda, los laterales no cerraron como debían hacerlo y Suárez cabeceó solo.
NO DEBEN TEMER A ARGENTINA
A partir de hoy, México debe olvidarse del partido de ayer, me imagino que Aguirre y su cuerpo técnico se lo dirán a los jugadores y seguramente el equipo volverá a hacer lo que venía realizando en los partidos amistosos, así como en los duelos ante Sudáfrica y Francia.
México regresará a la formación de 4-3-3, pues no creo que repita la alineación, ni la forma de jugar de ayer.
Argentina tiene jugadores más dotados en lo individual que Uruguay, pero su parado en la cancha va a ser muy parecido.
Si México toma el control y tiene la salida como acostumbra hacerlo, no debe temer a jugar de igual a igual con los argentinos, sin dejar de reconocer que enfrentarán a una figura que pasa por un gran momento: Lionel Messi.
A Messi hay que marcarlo en forma escalonada, tratar de presionarlo desde el momento en que vaya a recibir el balón y en el momento que gire tiene que haber un escalonamiento porque es posible que al primer marcador se lo quite de encima.
El próximo domingo el equipo mexicano le tiene que quitar la pelota a Argentina, retomar su idea futbolística y atreverse a salir, porque si le regala la pelota no va a tener oportunidad de ganar.
No es lo mismo terminar primero que segundo de grupo, no hay ninguna duda, pero si uno quiere hacer historia en un Mundial y quedar entre los cuatro mejores, éstos son los partidos que hay que ganar.
Como lo dije en el Mundial del 2006: a México le debo todo. Respeto a mi país, porque soy argentino, pero desde hace tiempo quiero que la Selección Mexicana demuestre futbolísticamente lo que es y refleje que hay un crecimiento en este futbol.
Por supuesto, estoy con México.
Ricardo La Volpe fue Director Técnico de la Selección de México en el Mundial de Alemania 2006.
EN VOZ DE...
"México se había mostrado muy bien en la zona defensiva, con línea de cuatro y con los tres volantes, como se arrancó ayer, pero con el ingreso de Cuauhtémoc Blanco ya no pudo abrir la cancha".
Gracias al tuitero @Horacio_Mex por facilitar el link de Reforma. Sólo es de paga pero amablemente lo compartió.
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